Este 13 de enero, se cumple un año desde el comienzo de lo que fue la última versión del Festival Woodstaco. Aún están en nuestros corazones los miles de momentos que vivimos juntos en medio de increíbles paraísos de la precordillera del Maule, disfrutando de la alucinante música que en esos lugares se multiplicaba en diversos sonidos.
Por 15 años, construimos esta historia de amor por el arte y la naturaleza, evolucionando desde un carrete en un patio, entre amig
@s , hasta ser un festival multitudinario que convocó a personas de diferentes rincones. Ahí nos encontramos contemplando los conciertos, girando en el mosh, bailando en la tierra y el barro, bañándonos en el río, compartiendo cervezas, destilados y mucho más.
Fue en Woodstaco que pudimos cumplir el sueño de juntar, por tres días y dos noches una vez al año, toda la música que nos volaba la cabeza. Buenos rocanroles, los blueses del alma, el peso del metal, la furia del punk, los humos del reggae, la psicodelia hipnótica, la libertad del jazz… y tantos otros sonidos que se congregaron, se mezclaron y convivieron en armonía.
Desde quienes organizamos esta fiesta, en la que ustedes fueron fundamentales para que se transformara en el festival más hermoso del mundo, les entregamos nuestro eterno agradecimiento por darnos esta buena vida.
¡Viva la música! Y lo demás… ¡a la mierda!